Un mundo feliz

Cuando Aldous Huxley escribe en 1932 esta novela, describía la distopía o anti-utopía que se llegaría a convertir en la más famosa. En ella recoge una sociedad con control de natalidad y tecnología reproductiva, cultivos humanos, control de las emociones por medio de drogas e hipnopedia (educación a través del sueño) que propician una sociedad organizada por castas, saludable, avanzada tecnológicamente y libre sexualmente, donde no existe ni la guerra, ni la pobreza, y la población es ininterrumpidamente feliz; todo esto en detrimento de las familias, la diversidad cultural, el arte, la literatura, la religión, la filosofía e incluso del amor.